Tratamiento contra la legionella: descubriendo la enfermedad
La legionella es una bacteria que puede causar dos enfermedades distintas, una de carácter leve y otra grave. Antes de comenzar el tratamiento contra la legionella tenemos que identificar cuál es la enfermedad que presenta el paciente.
- FIEBRE DE PONTIAC:
Es la legionella de carácter más leve y sus síntomas son parecidos a los de la gripe con fiebre, escalofríos, cefalea, dolor muscular y malestar general. El periodo de incubación de este tipo de legionella no es mayor de 48 horas y la enfermedad suele remitir entre los dos y los cinco días. - ENFERMEDAD DEL LEGIONARIO:
Es la forma más grave de legionella y se trata de una infección pulmonar o neumonía grave. El periodo de incubación suele estar entre dos y diez días (aunque existen casos de hasta 16 días). Comienza con síntomas como fiebre, pérdida de apetito, letargo o cefalea. En algunos casos también dolor muscular, diarrea y confusión. También es común estos primeros días una tos leve y flemas.
¿Cómo se contagia la legionella?
A diferencia de otro tipo de enfermedades, la legionella no se transmite de una persona a otra por lo que podemos permanecer junto a los enfermos de legionella sin ningún tipo de peligro de contagio. El contagio de legionella se produce por inhalación a través de vapor de agua contaminado por la bacteria y los sistemas de aire acondicionado de los edificios grandes, las zonas de ducha de los gimnasios o la propia bañera de tu casa pueden ser focos de esta enfermedad. Un plan de higiene adecuado y un plan de prevención para los sistemas de agua de los edificios son fundamentales para prevenir la aparición y el contagio de la legionella
¿Cuánto dura el tratamiento contra la legionella?
La fiebre de Pontiac no es grave y sólo se prescribe un tratamiento para aliviar los síntomas. En el caso de la enfermedad del legionario se recomienda iniciar el tratamiento contra la legionella lo más pronto posible. La detección y el tratamiento precoz puede ser de gran ayuda para superar la enfermedad.
El tratamiento contra la legionella puede durar entre 14 días y tres semanas en el caso de la enfermedad del legionario.
¿En qué consiste el tratamiento contra la legionella?
El tratamiento contra la legionella se lleva a cabo con antibióticos. Como la penicilina no es eficaz contra esta enfermedad se prescriben otro tipo de antibióticos como la azitromicina y el levofloxacino, que son los más utilizados en la actualidad.
El tratamiento de legionella con antibióticos se realiza durante 7 o 10 días, aunque puede prolongarse en pacientes que padezcan problemas inmunológicos.
La legionella es una enfermedad pulmonar y durante el tratamiento también puede ser necesario administrar oxígeno al paciente con un respirador. Los analgésicos se utilizan para combatir la cefalea y los dolores articulares.
