Enfermedad tropical
El dengue es una enfermedad que preocupa por su rápida expansión: aunque es una enfermedad que se da sobre todo en climas tropicales, durante los últimos años ha traspasado fronteras y se ha extendido a países donde no se habían dado casos antes. El culpable de la transmisión del dengue es el mosquito Aedes, que la transmite a través de su picadura.
La picadura del mosquito Aedes no es peligrosa y no necesita un tratamiento especial, es en el caso de que notes alguno de los síntomas del dengue cuando es recomendable acudir a un centro médico.
¿Cómo reconocemos el dengue?
Los síntomas del dengue son parecidos a los de una gripe, esta enfermedad se transmite mediante un virus y puede afectar tanto a niños como a adultos. Podemos encontrar dos tipos de dengue:
- Dengue leve: no es peligroso y en algunas ocasiones ni llegamos a notar los síntomas.
- Dengue hemorrágico: los síntomas son mucho más graves, siempre va acompañado de fiebre alta y puede llegar a provocar la muerte.
La enfermedad tiene un periodo de incubación de 4 a 10 días después de la picadura y los síntomas del dengue pueden durar entre 2 y 7 días. Al cabo de ese tiempo se produce la recuperación del paciente.
¿Cuales son los síntomas del dengue leve?
Los síntomas de una enfermedad son una señal para distinguirla de otras; en el caso del dengue, el síntoma principal es la fiebre elevada, alrededor de 40º, que suele ir acompañada de dos de los siguientes:
- Dolor de cabeza muy intenso
- Dolor detrás de los globos oculares
- Dolores musculares y articulares
- Nauseas
- Vómitos
- Agrandamiento de los ganglios linfáicos.
- Erupción cutánea
¿Cuales son los síntomas del dengue hemorrágico?
El dengue hemorrágico es el que debe preocuparnos, también suele ir acompañado de fiebre alta, además, también es frecuente encontrar sangrados porque disminuye la cantidad de plaquetas en el torrente sanguíneo. Es el tipo de dengue más peligroso y puede llegar a causar la muerte. Los síntomas más habituales del dengue hemorrágico son:
- Dolor abdominal intenso
- Vómitos constantes
- Sangrado de encías o nariz
- Sangre en la orina, las heces o el vómito
- Sangrado debajo de la piel, puede presentar un aspecto similar al de un moretón
- Dificultad para respirar o respiración rápida
- Piel fría o húmeda
- Fatiga
- Irritabilidad o desasosiego
Es recomendable acudir a un centro médico en cuanto notemos alguno de estos síntomas. Un diagnósitico precoz ayudará al paciente a superar con éxito la enfermedad.