La chinche que vuela
A veces estamos en el jardín o en el campo y salta sobre nosotros un pequeño insecto de color verde intenso. No intenta picarnos, solo curiosea, porque a diferencia de otras especies como la chinche de la cama, la chinche verde no se alimenta de sangre. Este pequeño insecto prefiere alimentarse de la savia de las plantas que puede obtener a través de las hojas, flores, frutos y tallos que perforan con sus afiladas piezas bucales. No tienen una planta favorita y se alimentan de especies de todo tipo, desde plantas hortícolas, flores ornamentales, cereales o árboles frutales.
¿Dónde encontramos chinches verdes?
Las chinches verdes están presentes en la mayoría de los contintentes y puedes verlos en Europa, Asia, África y América. Prefieren los climas cálidos y suelen vivir entre la vegetación. Es habitual encontrarlas en las huertas y también pueden aparecer en campos y jardines.
¿Puede picarnos una chinche verde?
La chinche verde no es una especie peligrosa, cuando se asusta libera un líquido de olor fétido para ahuyentar el peligro y que hace que se la conozca como chinche hedionda. En algunas raras ocasiones puede llegar a picar, pero la picadura de la chinche verde no es como la picadura de las chinches que encontramos en las casas. Se parece más a una picadura de avispa y provoca un dolor intenso en el momento de sentir el pinchazo, enrojecimiento e hinchazón.
¿Por qué son peligrosas las chinches verdes?
El peligro de esta especie de insectos es que pueden convertirse en grandes plagas para los cultivos. Las chinches verdes pueden transmitir enfermedades a los frutos y puede producir en el fruto infecciones de hongos o bacterias. También puede hacer que la planta se deseque o que presente malformaciones. La presencia de una gran cantidad de chinches verdes pueden dañar muy seriamente los cultivos.
¿Cómo acabamos con una plaga de chinches verdes?
Si has visto muchas chinches verdes en tu huerto o en tu jardín y has notado cómo su presencia afecta a las plantas es el momento de pensar en eliminarlas. El remedio más efectivo es la aplicación de insecticidas en los primeros estadíos de la plaga, también se pueden emplear métodos de control biológico. Puedes consultar tu caso a un especialista en control de plagas que te recomendará la mejor opción para ti. También puedes probar con algunos remedios caseros para librarte de ellas como plantar dientes de ajo entre los cultivos o rociar con decoción de ajo la base de las plantas. También puedes tomar algunas precauciones para prevenir su aparición:
- Elimina las malas hierbas.
- Examina las plantas y recolecta insectos y huevos cuando los encuentres.
- Evita mantener plantas hospedantes de la plaga en tu huerto o jardín.