Nidos de barro
Las avispas alfareras toman su nombre de su increible habilidad para construir nidos moldeando el barro. Siguen un proceso muy curioso para ello pues van a la orilla de una charca o a la tierra recién regada y hacen pequeñas pelotitas con el barro que luego transportan hasta el sitio donde están construyendo el nido. Estos nidos pueden tener la forma de una vasija de barro parecida a un ánfora romana y las avispas alfareras los construyen en sitios resguardados y a la sombra, en muchas ocasiones eligen puertas o ventanas y son estas zonas las que representan el mayor peligro para nosotros, porque podemos tenerlas demasiado cerca.
¿Cómo son las avispas alfareras?
La avispa alfarera es una especie invasora que proviene de Asia pero, a diferencia de otras especies invasoras como la avispa asiática o la africana, no representa una amenaza grave e incluso puede ser de ayuda en campos de cultivo, pues es una gran depredadora de arañas y pequeños insectos. El tamaño de la avispa alfarera es un poco mayor que el de las avispas autóctonas y suelen ser de color negro, azul metalizado o marrón con llamativas marcas amarillas o anaranjadas. Son avispas solitarias, suelen vivir solas y una única avispa es la que se encarga de construir el nido.
¿Son un peligro las avispas alfareras?
Las avispas alfareras rara vez atacan en grupo al ser humano. Su carácter solitario hace que sea muy difícil encontrarse con un enjambre de este tipo de avispas y sólo veremos alguna de forma ocasional. Las avispas alfareras no son agresivas y no nos atacarán si las dejamos en paz y no nos acercamos a ella. El peligro de la avispa alfarera suele venir por proximidad, su afición a construir nidos cerca de nuestras casas puede ocasionar contactos accidentales con ellas. Si la avispa alfarera se siente amenazada no dudará en clavarte el aguijón.
¿Cómo es el veneno de la avispa alfarera?
La picadura de la avispa alfarera es mucho más suave que otros tipos de picadura de avispa. Utiliza el veneno que inoculan para paralizar a sus víctimas, no para matarlas, y su efecto en el ser humano no es potente. La picadura de avispa alfarera produce dolor y una pequeña hinchazón en la zona que no necesita más tratamiento que aplicar hielo o compresas frías sobre la zona afectada. Si el aguijón se ha quedado dentro de la piel, es recomendable quitarlo lo antes posible. La picadura de la avispa alfarera sólo es peligrosa en el caso de que seas alérgico a las picaduras de avispa, en cuyo caso te recomendamos la aplicación de un antihistáminico y que acudas a un centro médico lo antes posible.